¿La técnica? Consiste en la realización de una pequeña incisión oculta debajo de la parte inferior de la nariz, a continuación, se lleva a cabo una resección de la piel del labio superior en la zona donde se junta con la nariz y, finalmente, se sutura sin que sin que se note cuando haya finalizado el proceso de cicatrización. La cantidad de tejido que debe extraerse dependerá del tipo de caso en cuestión, así nos lo cuentan los especialistas de la Clínica Opción Médica.