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DERMOBIOTA, ESE FASCINANTE UNIVERSO DE BACTERIAS QUE VIVE EN LA PIEL
Por Nueva Estética
La piel cuenta con una microbiota específica, que se conoce bajo el nombre de dermobiota, y cuya labor es proteger su salud, bienestar y belleza. cuando esta interesante flota de bacterias “buenas” funciona a pleno rendimiento, el equilibrio cutáneo está mas que asegurado. de ahí que los cosmetólogos se hayan interesado, y mucho, en idear fórmulas que incluyan activos capaces de velar por ellas; para que nada ni nadie impida la importante misión de estas pequeñas sustancias vivas que cohabitan en la piel.
Se estima que en nuestra piel habitan cerca de un millón de bacterias. Es más, muchas de ellas desempeñan una función inmunológica, protegiendo a la piel de las agresiones externas. podría decirse que un microbioma cutáneo saludable nos protege frente a los rayos UV del sol, evita que crezcan bacterias patógenas y ayuda a mantener la función barrera cutánea, así nos lo explica Almudena Nuño González. Dermatóloga, CEO del Instituto de Medicina y Dermatología Avanzada en Madrid y colaboradora de Nutribiótica.
El microbioma es el conjunto de microorganismos que conviven con nosotros. Está formado no solo por bacterias, sino también por hongos, virus y arqueas. Se calcula que tenemos de 10 a 100 billones de microorganismos de 1.000 tipos distintos; esta biodiversidad es beneficiosa y debe estar en equilibrio con nuestro organismo. Cuando uno piensa en microbioma piensa en los microorganismos que habitan nuestro tracto digestivo; pero éstos sólo representan un 29% del total. El siguiente lugar más poblado por la microbiota es la cavidad oral con un 26% y en tercer puesto tenemos la cutánea con un 21% del total. Se estima que en nuestra piel habitan cerca de un millón de bacterias. La piel es el órgano más extenso que tenemos. Actúa como barrera física pero, también inmunológica, frente a las agresiones externas. Las bacterias que conviven en nuestra piel ayudan a esta función: sabemos que un microbioma cutáneo saludable nos protege frente a los rayos UV del sol, evita que crezcan bacterias patógenas (malas) y ayuda a mantener la función barrera.
Lee el artículo completo en la edición de Marzo de NUEVA ESTÉTICA.
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