La melanina es el principal agente protector de la piel frente al sol. Con un SPF equivalente a 3-4 frente a la radiación ultravioleta, se ocupa de dispersar y atrapar los radicales libres y de proteger el núcleo celular sobre el que se sitúa. Responsable del bronceado, la melanina lo es también de las melanodermias, que aparecen en forma de manchas concretas o difusas de color oscuro, características del fotoenvejecimiento y de la piel sobreexpuesta.