Esta técnica de creación propia, diseñada por la reconocida terapeuta Pilar M. Correcher, nace de la fusión de varias maniobras de masaje: bombeos para incidir sobre el sistema linfático, movimientos de vaciamiento para actuar en el sistema circulatorio sanguíneo y amasamientos y presiones para trabajar ciertos puntos de la musculatura. En general, el masaje mioxigenante favorece la eliminación de toxinas acumuladas, tanto a nivel muscular como circulatorio.