Los expertos en neurocosmética han llevado a cabo un interesante estudio sobre el efecto que producen las endorfinas sobre la piel. A través de los resultados que se desprenden de esta investigación han demostrado que estas hormonas de la felicidad influyen directamente sobre la dermis-epidermis, ayudando a que la aparición de las arrugas se retrase, y así envejecer más lentamente. Igualmente han comprobado que, si bien las células nerviosas son las principales productoras de endorfinas, también las genera la piel.