El ácido tánico forma una nueva cadena proteica que, junto con las enzimas y el calor de la plancha, consigue un acabado liso, brillante y reconstruido: Las enzimas consiguen que la reacción química penetre a mayor velocidad y el ácido tánico, por su parte, permite la reestructuración molecular (también llamada “reestructuración molecular enzimo-proteica”). Este tratamiento no modifica la estructura interna del cabello y deja un aspecto natural y manejable, con brillo, sedosidad y resistencia.