La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica, cuya manifestación clínica más llamativa es la aparición de lesiones cutáneas, que pueden adoptar diferentes formas, aunque la más frecuentes son placas (lesiones sobreelevadas) eritematosas (de tono rojizo) y con descamación. Más allá de estas manifestaciones, la psoriasis se asocia al desarrollo de enfermedades extracutáneas, como artritis, hipertensión o síndrome metabólico.