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TIPS PARA PRACTICAR DEPORTE EN VERANO
Por Nueva Estética
En verano, disponer de tiempo libre y de más horas de luz invita a la práctica de deportes al aire libre, tanto a quienes realizan ejercicio de manera habitual, como a aquellos que aprovechan las vacaciones para dedicar parte de su tiempo a la actividad física. El problema a lo largo de estos meses son las altas temperaturas y la intensidad de la radiación solar, dos factores que pueden llegar a ser un verdadero inconveniente a la hora de hacer deporte. Tengamos en cuenta que a partir de 24ºC la temperatura puede afectar a la práctica deportiva y más allá de 38ºC está desaconsejada. Sin embargo, siguiendo unas recomendaciones básicas y variando ligeramente las rutinas, se puede seguir disfrutando del ejercicio físico al aire libre, también en verano.
HIDRATACIÓN CONSTANTE
Mantenerse hidratado es fundamental cuando se realiza actividad física de cierta intensidad, y más en verano, debido a que el calor aumenta la pérdida de líquidos a través del sudor, lo que puede conducir a la deshidratación. Para compensar esta perdida de líquido hay que beber agua antes, durante y después del ejercicio, incluso si no se tiene sed. Las bebidas isotónicas también son útiles, para reponer los electrolitos perdidos por la transpiración excesiva.
ELEGIR EL MOMENTO
Se recomienda evitar las horas más calurosas del día, entre las 11 y las 16 horas. Lo más conveniente es realizar la actividad física por la mañana temprano o a la caída de la tarde, cuando las temperaturas dan una tregua.
PROTECCIÓN SOLAR Y ROPA ADECUADA
A la hora de practicar deporte al aire libre, el uso de protección solar es fundamental para prevenir quemaduras solares y proteger la piel del daño que causan los rayos UV. Para ello, se debe aplicar generosamente protector solar de al menos 30 FPS, y reaplicarlo cada 2 horas, especialmente si se está sudando o hay contacto con el agua.
Además, conviene utilizar ropa ligera, transpirable y de colores claros que refleje la radiación solar en vez de absorberla. Y no hay que olvidarse de los complementos que protegen del sol y ayudan a evitar una insolación, como gorras y gafas de sol.
ADAPTAR EL EJERCICIO
Es importante ajustar la intensidad y duración del ejercicio, en función del calor. Considerar alternativas mejor adaptadas a esta época del año, como nadar, hacer senderismo, ir al gimnasio o practicar deportes acuáticos, como el kayak o el paddle surf.
DESCANSO Y RECUPERACIÓN
El calor puede poner el cuerpo al límite, por lo que es crucial tomarse el tiempo necesario para descansar, recuperarse e hidratarse.
DEPORTES A LA SOMBRA O BAJO TECHO
Para practicar deporte en verano con seguridad se aconseja evitar la exposición directa al sol, buscando áreas que ofrezcan sombra natural, como parques arbolados, o bien decantarse por lugares bien ventilados y con sistemas de refrigeración, y así evitar el sobrecalentamiento. En este sentido, puede optarse por ir al gimnasio o hacer ejercicio en casa. Importante programar las máquinas y plantear los ejercicios de manera que no se lleve el cuerpo al límite.
ENFRIAMIENTO CORPORAL
Antes y después de la sesión de ejercicio se pueden utilizar técnicas de enfriamiento corporal, para contrarrestar el calor. Una opción es aplicar paños húmedos en el cuello, las muñecas y la frente, lo que ayudará a reducir la temperatura corporal y a prevenir el sobrecalentamiento durante la actividad física. Otra opción muy sencilla es llevar una botella de agua congelada o una toalla húmeda en una bolsa térmica, y así tener acceso rápido a una fuente rápida de enfriamiento durante el entrenamiento.
EVITAR COMIDAS PESADAS
Antes de hacer ejercicio cuando hace calor, es preferible evitar comidas pesadas y ricas en grasas, que pueden dificultar la digestión y aumentar la sensación de pesadez. En su lugar, elegir opciones ligeras y nutritivas, como ensaladas, frutas, yogures o batidos.
MONITOREO CONSTANTE
Si se realiza actividad física en verano hay que estar atento a cualquier síntoma relacionado con un golpe de calor, como mareos, náuseas, debilidad, piel enrojecida, pulso rápido y sudoración excesiva. Ante cualquiera de estas señales, hay que detener el ejercicio inmediatamente, buscar un lugar fresco y sombreado, y rehidratarse. Si los síntomas persisten o empeoran, buscar atención médica cuanto antes.
DEPORTES MÁS ADECUADOS EN VERANO
Natación Nadar, ya sea en una piscina o en el mar, no sólo es refrescante, sino que aporta recompensas muy saludables. La natación es un excelente ejercicio cardiovascular, trabaja todos los grupos musculares, mejora la resistencia y la flexibilidad y es especialmente beneficiosa para las articulaciones.
Surf Este deporte ofrece una buena dosis de adrenalina, es refrescante y mejora el equilibrio y la fuerza.
Paddle Surf Remar sobre una tabla es tan divertido como relajante, además de ser un excelente ejercicio para brazos y piernas.
Senderismo Opción perfecta en lugares de montaña, donde las temperaturas son más frescas. El senderismo permite conectar con la naturaleza, respirar aire fresco y disfrutar de las vistas, mientras cuerpo y mente se relajan.
Escalada y Barranquismo Otros dos deportes ideales para practicar en verano, ya que permiten disfrutar del aire libre y trabajar la fuerza, la resistencia, la flexibilidad y la concentración.
Entrenamiento con Pesas y Máquinas En días extremadamente calurosos, lo mejor es acudir al gimnasio o realizar el ejercicio en casa, siempre que se disponga de aire acondicionado. El entrenamiento con pesas y máquinas permite diseñar rutinas centradas en el fortalecimiento muscular, la tonificación y el desarrollo de la fuerza.
Caminar El ejercicio más sencillo es también de lo más completo. En verano conviene hacerlo a primera hora de la mañana o a última, cuando hace menos calor.
Información: fitnessdigital