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PROTEOGLICANOS, ACTIVOS COSMÉTICOS DE LO MÁS FASCINANTES
Por Nueva Estética
Los proteoglicanos emergieron, en su momento, como ingredientes clave en la formulación de cosméticos well-aging, hidratantes y regeneradores. Es cierto que su protagonismo se ha visto (en parte) enmascarado con la llegada del retinol, los péptidos y (ahora) los exosomas, activos que han ido ganando terreno en el sector beauty. Pero la industria cosmética se reinventa constantemente y eso es lo que han hecho los proteoglicanos. A día de hoy, estas sustancias poderosas vuelven a coger “carrerilla” para reivindicar su valía y defender su gran poder rejuvenecedor, y es que sus propiedades de belleza están más que demostradas.
Hay que decir que estas macromoléculas complejas, compuestas por una proteína central unida a una o varias cadenas de glicosaminoglicanos (GAGs), participan activamente en el mantenimiento de la estructura cutánea, asegurando, a su vez, la función de la matriz extracelular (MEC). Pero esto no acaba aquí, su capacidad para retener agua, modular la actividad celular y promover la regeneración tisular no tiene límites. He aquí su destreza antiedad. Y son precisamente estas cualidades las que convierten a los proteoglicanos en ingredientes altamente preciados en dermocosmética.
Cómo actúan los proteoglicanos
Aseguran la hidratación de la piel Los proteoglicanos están formados por una proteína central a la que se unen largas cadenas de glicosaminoglicanos (GAGs), como el ácido hialurónico o el condroitín sulfato. Estas cadenas son altamente hidrofílicas, es decir, tienen una gran afinidad por el agua. Esto les permite actuar como una esponja molecular, atrapando y reteniendo grandes cantidades de agua en la dermis y en la matriz extracelular. Como resultado, ayudan a mantener la piel hidratada, con volumen y elasticidad, asegurando, por ende, su turgencia y buen aspecto.
Aportan firmeza y combaten la formación de arrugas Los proteoglicanos son determinantes para la reestructuración dérmica, ya que modulan la síntesis y organización del colágeno y elastina. Forman parte del sistema de soporte del tejido conectivo de la piel, pues estabilizan y organizan la matriz extracelular. Los proteoglicanos se entrelazan con fibras de colágeno y elastina, creando una malla tridimensional que da estructura y firmeza al tejido, permite la distribución de fuerzas mecánicas y controla el movimiento de moléculas dentro de la matriz extracelular. Asimismo, protegen la matriz extracelular, pues inhiben las metaloproteinasas que degradan el colágeno.
Realizan una destacada acción antioxidante La función antioxidante de los proteoglicanos se debe, principalmente, a su estructura química y a la presencia de grupos funcionales capaces de interactuar con las especies reactivas de oxígeno (ROS) y otras moléculas oxidantes. Los proteoglicanos lo que hacen es neutralizar los ROS directamente mediante interacciones electrostáticas o quelantes. Además, presentan una alta densidad de carga negativa. Esto permite que estas sustancias actúen como “sumideros de radicales libres”, ayudando a prevenir el daño oxidativo en las células, al absorber o desviar las especies reactivas. También tienen la capacidad de estabilizar otras moléculas antioxidantes (como superóxido dismutasa, catalasa, etc.) e impidir la difusión de ROS hacia las células. Asimismo, pueden modular la inflamación, aunque los hacen de manera indirecta, pues los proteoglicanos son capaces de regular la actividad de citocinas y enzimas que promueven el estrés oxidativo, como parte de su función inmunomoduladora.
Aceleran la regeneración de los tejidos La capacidad para promover la estimulación celular de los proteoglicanos es innegable. Estas sustancias participan en la comunicación celular, influyendo en la reparación y regeneración del tejido. Concretamente actúan como reservorios y cofactores de factores de crecimiento (como FGF, EGF, TGF-β), asimismo estos factores regulan procesos como la proliferación de queratinocitos y fibroblastos, esenciales en la reparación cutánea. También participan en la modulación de la inflamación. Algunos proteoglicanos mitigan la respuesta inflamatoria, evitando daños excesivos y favoreciendo un ambiente adecuado para la curación. Respecto a la comunicación célula-MEC, los proteoglicanos median la adhesión y migración celular a través de interacciones con integrinas y receptores celulares. Esto guía a las células hacia las zonas dañadas para su regeneración. Cuando hay daño cutáneo, las células liberan señales que aumentan la expresión de ciertos proteoglicanos. Esto cambia la composición de la matriz extracelular para facilitar la llegada de células reparadoras.
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