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NUEVA GUÍA SOBRE EL USO DE CONSERVANTES EN COSMÉTICA

Por Nueva Estética
La Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) han colaborado en la elaboración de una nueva guía, que recoge toda la información necesaria para que la producción de materias primas y productos cosméticos sea segura desde el punto de vista microbiológico.  
 
 
 
 
 


Este documento actualiza el conocimiento científico sobre esta cuestión, y presenta la conservación como un proceso global, para la protección de los productos, en función de sus características y necesidades específicas. Su elaboración responde a la preocupación creciente por las infecciones microbianas, que ha reforzado la necesidad de asegurar la preservación de los cosméticos frente a la contaminación, siempre con la protección de los consumidores como prioridad. 
La Guía para Producir Materias Primas y Productos Cosméticos Seguros está dirigida a formuladores cosméticos, microbiólogos y a la industria cosmética en general. En ella se señala la necesidad de realizar una correcta evaluación del riesgo microbiológico, que tenga en cuenta las materias primas empleadas, sus características fisicoquímicas y el proceso de fabricación y envasado. En su redacción Stanpa y la AEMPS han contado con el asesoramiento de un elenco de expertos en formulación, conservación, microbiología y buenas prácticas de fabricación de cosméticos.
 
La guía recoge las herramientas más actuales para realizar la evaluación del riesgo microbiológico y de la salud humana, incluyendo información específica sobre sustancias que generan ambientes hostiles para el crecimiento microbiológico, e ingredientes que pueden interferir con los conservantes, disminuyendo su eficacia. Además, proporciona un amplio re, e indicaciones para conservar productos naturales. 
 
En palabras de Val Díez, directora general de Stanpa: la industria cosmética tiene arraigado el compromiso con el cuidado y el bienestar, evitando cualquier riesgo de contaminación de productos que, por ser muy nutritivos y con gran cantidad de agua, son potencialmente muy atractivos para los microorganismos. A veces se manejan informaciones confusas sobre los conservantes, y hemos querido abordarlo con total rigor y transparencia. Por eso, nos sentimos tremendamente satisfechos con el resultado de esta guía, especialmente por la garantía que supone haber contado con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, máximo referente en seguridad, poniendo el conocimiento más avanzado en la protección de los productos cosméticos en beneficio de los consumidores.
 
LA SEGURIDAD DEL CONSUMIDOR ANTE TODO
Los cosméticos son productos de consumo que, a diferencia de muchos alimentos o bebidas, no van destinados a conservarse en frío, por lo que necesitan de una protección adicional frente a la proliferación microbiana. Los microorganismos poseen una gran capacidad de degradación de casi todos los ingredientes (tensioactivos, grasas, proteínas, etc.), lo que puede resultar en cambios organolépticos. 
En este contexto, los cosméticos pueden proporcionar un entorno favorable para el crecimiento de esos microorganismos. Esta proliferación microbiana puede darse, sobre todo, durante el uso por parte del consumidor. Para evitarlo, se deben añadir sistemas de conservación eficaces y seguros. 
 
IMPORTANCIA DE LOS CONSERVANTES EN COSMÉTICA
Las empresas fabricantes tienen la obligación de garantizar que todos sus  productos son seguros para el uso y disponen de una correcta conservación. Una vez abierto el cosmético, la suciedad y las bacterias que se encuentran en el aire o en la piel pueden introducirse en el interior del envase, donde podrían instalarse y crecer. De ahí la importancia de los conservantes, ya que son los que evitan el crecimiento de microorganismos dentro del producto. Sin conservantes, muchos productos cosméticos experimentarían un proceso de deterioro más rápido, reduciendo su vida útil y pudiendo incluso provocar efectos adversos, como irritación de la piel o infecciones oculares