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MELANOMA, LA OTRA CARA DEL SOL
Por Nueva Estética
Es cierto que la llegada del verano es uno de los momentos más esperados del año pero hay que ser muy conscientes de que el exceso de sol tiene serias consecuencias. Por ello es preciso ser especialmente cautos a la hora de exponerse a él. Y aunque la sociedad está cada vez más concienciada al respecto, nunca está de más insistir en ello, ya que los casos de melanoma van en aumento. La previsión y el diagnostico a tiempo son esenciales para ganarle la batalla a este tipo de cáncer.
Las cifras importan
El melanoma es una afección de la que se diagnostican al año en nuestro país unos 8.049 casos. Esta cifra en constante aumento se ponía en evidencia durante el pasado Congreso SEOM organizado por la Sociedad Española de Oncología Médica. Por su parte, la Dra. Marta González, dermatóloga de IMR va más allá. La incidencia de melanoma está incrementándose en personas de raza blanca. En España, según un estudio realizado en la última década, la tasa de incidencia de melanoma se sitúa en torno a 8,7 casos por 100.000 personas/año. Recientemente se ha observado un aumento de esta incidencia, encontrándose incluso por encima del 2% anual. Por si fuera poco, la tasa de mortalidad se situaría en torno a 2,2 casos por cada 100.000 personas/año.
En IMR, centro de dermatología de vanguardia, están altamente sensibilizados con esos datos y por ese motivo, como dermatólogos, su objetivo es ofrecer herramientas de diagnóstico temprano que permitan reducir esas cifras. Es el caso de la dermatoscopia digitalizada, la tecnología más precisa para prevenir el cáncer de piel, que el Dr. José María Ricart, Director Médico de IMR, recomienda combinar con la regla del ABCDE de lunares. En sinergia, se convierten en las dos herramientas más efectivas para detectar el cáncer de piel de forma precoz.
Tipos de melanoma, cuatro formas clínicas
1. Melanoma de extensión superficial Es la forma más frecuente de melanoma y suele aparecer en zonas expuestas de manera ocasional al sol, como, por ejemplo, las piernas, en el caso de las mujeres, o la espalda, en el caso de los hombres. Al principio crece de manera horizontal, sin embargo, pasado un tiempo puede crecer también verticalmente, invadiendo capas más profundas de la piel.
2. Melanoma nodular Se trata del segundo tipo de melanoma más frecuente y desde el principio tiene un crecimiento vertical, que se caracteriza por invadir las capas más profundas de la piel. Por ese motivo, se considera más agresivo que el melanoma de extensión superficial.
3. Léntigo maligno-melanoma Suele presentarse sobre piel expuesta al sol durante años. Es más habitual que aparezca en la cara o cuello, en personas de edad avanzada y tiene un crecimiento muy lento.
4. Melanoma lentiginoso acral Es el tipo menos frecuente y suele presentarse en pacientes de piel negra, localizándose en las plantas y palmas de las manos, así como las uñas.
el abcde de los lunares
La Dra. Marta González incide en la importancia de acudir al dermatólogo al menos una vez al año para revisar los lunares. Existen una serie de criterios universales a la hora de catalogar a las personas más vulnerables a padecer melanoma. En estos casos se hace obligatoria la revisión dermatológica de forma periódica, añade: antecedentes familiares de melanoma; haber padecido un melanoma; tener 50 o más lunares atípicos; haber sufrido quemaduras solares durante la infancia y juventud o haber hecho uso continuado de lámparas UVA; así como pertenecer al fototipo de piel claro (personas con pelo rubio, pelirrojo y ojos claros). La observación de lunares es imprescindible aplicando la regla ABCDE, cinco indicadores de riesgo de padecer lesiones cancerígenas:
Asimetría: la mitad de un lunar se ve diferente de la otra.
Bordes: presenta bordes irregulares, mal definidos o borrosos.
Color: lunares particularmente oscuros o multicolores.
Diámetro: mancha mayor de más de cinco milímetros de diámetro.
Evolución: lunar que modifica su tamaño, forma o color y pica, se inflama o sangra.
Qué pasa cuando ya se ha sufrido un melanoma
Según afirman las estadísticas, las personas que han padecido cáncer de piel corren un mayor riesgo de volver a padecerlo. De hecho, entre el 2% y el 10% de los supervivientes de un melanoma desarrollarán un segundo melanoma primario. Además, entre el 30% y el 50% de aquéllos que se han enfrentado un cáncer de piel no melanoma (CPNM) tienen probabilidades de desarrollar un segundo CPNM en un lapso de 5 años. Ello subraya la importancia de una vigilancia continua y un seguimiento dermatológico adecuado para aquéllos que han superado un cáncer de piel, con el fin de detectar cualquier signo a tiempo y aplicar el tratamiento adecuado.
En este contexto, proteger la piel frente al sol y vigilarla una vez al mes son la base para disminuir el riesgo de aparición y promover un buen pronóstico. Por ello, la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), a través de su campaña anual Euromelanoma, se centra esta edición en los pacientes de cáncer de piel, con el objetivo de promover el apoyo físico y psicológico de éstos tras el diagnóstico. “Nuestras anteriores campañas de concienciación pública han promovido comportamientos seguros frente al sol, la realización de exámenes cutáneos periódicos y la necesidad de tratar precozmente distintos tipos de cáncer de piel. Este año, ponemos al paciente en el foco”, explica el Dr. Agustín Buendía, director de la Fundación Piel Sana de la AEDV.
“El cáncer de piel es uno de los pocos cánceres que podemos detectar nosotros mismos, por lo que es importante que la gente conozca su propia piel y compruebe si hay signos de cambio. Si se ha padecido cáncer de piel con anterioridad, la necesidad de vigilancia es aún más necesaria. Además de proteger la piel de nuevos daños solares, es esencial hacerse revisiones cutáneas periódicas y acudir a las citas de seguimiento”, asegura la Dra. Ángeles Flórez, coordinadora nacional de la Campaña Euromelanoma.
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