Según un estudio de percepción independiente impulsado por la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), un 47% de la población española se ha sometido, en alguna ocasión, a alguna técnica médico-estética. Este informe, elaborado a partir de 1.501 entrevistas a individuos representativos de la sociedad (48'9% hombres y 51'1% mujeres), arroja datos, que hacen más que evidente el preocupante problema de intrusismo que sufre la medicina estética en nuestro país.
• El 65% de los tratamientos médico-estéticos los realizan profesionales no cualificados.
• El 20% de estos procedimientos se realizan en lugares no regulados, como centros sin acreditación, peluquerías o domicilios.
• El 22% de la población española desconoce qué es la medicina estética.
• Sólo un 7% de los entrevistados sabe que procedimientos como la inyección de neuromoduladores o tratamientos con láser son de uso exclusivamente médico.
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La importancia de la apariencia física en la era de desinformación es caldo de cultivo para la proliferación de oportunistas que, a través de las redes sociales, incitan a la población a replicar patrones físicos. Esta realidad contribuye a aumentar la presión social por cumplir con cánones de belleza artificiales, que no sólo alteran la belleza e identidad, sino que ponen en peligro la salud.
Muchos de estos contenidos presentan estos procedimientos médicos como sencillos e inocuos, cuando la realidad es que aplicados por las manos equivocadas, ponen en riesgo la seguridad del paciente, explica el Dr. Juan Antonio López- Pitalúa, presidente de la Sociedad Española de Medicina Estética.
En la misma línea se expresa el Dr. Sergio Fernández Mesa, vicepresidente segundo de la SEME: la desinformación ha fomentado la banalización de una disciplina médica contribuyendo a instaurar la idea generalizada de que procedimientos como las infiltraciones, los láseres o la radiofrecuencia son semejantes a un masaje o a una limpieza facial.
Esta situación favorece y alimenta el intrusismo en el sector, que encuentra en el entorno digital el perfecto aliado para llevar a cabo sus fraudes.
En España, como en otras partes de Europa, es fácil adquirir materiales propios de la medicina estética, a través de canales ilegales, por eso los datos del estudio muestran el preocupante aumento de procedimientos realizados en centros no certificados, peluquerías e incluso domicilios. asegura la Dra. Petra Vega, tesorera de SEME.
A través de la campaña Tu cara ya no me suena, que se puede consultar AQUÍ y ver en las RRSS de la SEME @semestetica, se explica que la medicina estética sólo la pueden practicar médicos con la formación adecuada, se detallan las características que debe cumplir el centro, los requisitos del procedimiento y medidas que amparan al paciente.
Asimismo se recoge, en forma de píldoras, la información de la que hay que desconfiar y las red flags de las que hay que huir.