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GUÍA DE INYECTABLES EN MEDICINA ESTÉTICA

Por Nueva Estética
Los especialistas en medicina estética saben mejor que nadie que en muchos casos los pacientes que acuden por primera vez a a sus consultas han oído hablar de las diferentes sustancias inyectables que existen para rejuvenecer la piel y embellecer el rostro, pero no tienen muy claro la finalidad de cada una. Ácido hialurónico, toxina botulínica, hidroxiapatita cálcica... Veamos qué son y que efectos producen cada uno de estos inyectables. Y si estás familiarizado con estas sustancias, esta noticia también te interesa, porque hay novedades muy interesantes acerca de estos fillers de juventud y belleza. 
 
 
 


 
 
Su majestad el ÁCIDO HIALURÓNICO 
El ácido hialurónico empleado en medicina estética es un polisacárido biocompatible y reabsorbible. Estas cualidades le otorgan máximos niveles de seguridad, porque no asocia reacciones adversas, ya que el organismo lo identifica como una sustancia propia, y además, se va reabsorbiendo de manera natural.
 
Versatilidad y naturalidad
Desde su irrupción en las consultas de estética médica, los inyectables de ácido hialurónico han ido perfeccionando su formulación, especialmente en lo que se refiere a su estructura interna de reticulado. Hoy, los especialistas cuentan con hialurónicos de  viscosidad, concentración y densidad variable, lo que por un lado supone prolongar sus efectos, ya que la sustancia tarda más tiempo en reabsorberse, y por otro, aumenta su versatilidad y posibilidades de aplicación. 
En este sentido, los hialurónios de consistencia fluida se inyectan justo debajo de la piel, normalmente con técnica de mesoterapia, para crear una capa de soporte e hidratar en profundidad. Estas fórmulas también se emplean, para corregir el surco de la ojera. En estos supuestos no se utiliza este material para rellenar o aportar volumen, sino que lo que se hace es aprovechar un extraordinaria capacidad para retener agua y restablecer las reservas de hidratación del tejido.
Los fillers de densidad de media a alta rellenan arrugas y surcos, aportan volumen en labios, pómulos y mentón, remodelan la nariz y reponen la pérdida de grasa en las estructuras anatómicas internas, devolviéndoles su función de soporte.
Los geles más densos se reservan para recolocar las estructuras desplazadas por culpa del envejecimiento, marcar los rasgos y definir la línea de la mandíbula y el óvalo facial.
Estos hialurónicos de ultima generación también son extremadamente flexibles, lo que hace que se integren perfectamente en el tejido y se adapten a la gesticulación, sin deformarse. Esta cualidad subraya la naturalidad de los resultados.
 
 
TOXINA BOTULÍNICA 
arrugas dinámicas bajo control
Otro must en medicina estética y a la vez un gran desconocido para los neófitos en la materia. Así, conviene empezar dejando claro que el archiconocido bótox no es una sustancia de relleno. La toxina botulínica es una proteína natural sintetizada por la bacteria clostridium Botulinum que no rellena, ni aporta volumen; su función es la de relajar los movimientos musculares, que provocan la formación de líneas y arrugas de expresión. 
Además de en medicina estética, lleva décadas empleándose en otras especialidades.  traumatología, neurología, oftalmología... y su seguridad y eficacia están fuera de toda duda.
Este neuromodulador se inyecta en el tercio superior del rostro, para corregir las arrugas dinámicas en entrecejo, área periocular y para elevar la cola de la ceja. Asimismo, se emplea para corregir el bruxismo y el exceso de transpiración.  
 
También contra el acné y la rosácea
A estos tratamientos bótox, de sobra consagrados en estética, se suman nuevas posibilidades, que amplían su uso terapéutico.En este sentido, recientes estudios científicos demuestran su eficacia para mejorar la calidad de la piel. Inyectada a nivel superficial, sin tocar la musculatura, la toxina botulínica estimula la actividad de los fibroblastos, para que produzcan más colágeno y elastina, lo que se traduce en una piel más luminosa, jugosa y turgente y en un visible efecto buena cara. 
La estimulación de los fibroblastos añade otro beneficio, ya que este efecto asocia la estimulación del proceso de regeneración, lo que alisa el tejido y disminuye las cicatrices del acné. Y la cosa no queda aquí, puesto que se ha comprobado que el bótox normaliza la actividad de las glándulas sebáceas, por lo que previene los brotes de acné. 
¿Y cómo te quedas si te decimos que esta sustancia también alivia la rosácea? Pues así es: la toxina botulínica actúa sobre los mastocitos, impidiendo que estas células los agentes proinflamatorios típicos de esta patología. 
 
Nuevas fórmulas
Recientemente, la FDA acaba ha aprobado el uso de una nueva toxina botulínica, que promete resultados más naturales y prolongados en el tiempo. Aumentar la duración de los efectos supondrá realizar los tratamientos con neurotoxina dos veces al año, en vez de cuatro, la media hasta ahora más habitual. 
En nuestro país, un conocido laboratorio austriaco acaba de obtener el visto bueno por parte de los organismos sanitarios para aplicar su toxina en España, y se espera que pronto se comercialice.
Otra novedad importante es la aparición de fórmulas de toxina botulínica líquida. Normalmente, este producto se presenta en polvo, y antes de inyectarlo se debe reconstruir, añadiéndole suero. Las infiltraciones con toxinas líquidas poseen los mismos efectos que las empleadas hasta ahora, pero al presentarse listas para usar, su aplicación es más cómoda y las dosis más precisas. Asimismo, señalan que algunas de las nuevas generaciones de estos neuromoduladores no incluyen albumina como conservante, por lo que se pueden aplicar en pacientes alérgicos al huevo.
 
 
HIDROXIAPATITA CÁLCICA 
máxima tensión 
Se trata de un inductor de colágeno, que se inyecta en el plano dérmico, donde actúa estimulando a los fibroblastos, para que activen la formación de colágeno y elastina, y haciendo que el organismo ponga en marcha los mecanismos de regeneración de la piel.
La hidroxiapatita cálcica (CaHA) se puede inyectar mediante técnica de vectorización ascendente, para tensar la piel sin voluminizar, buscando sólo la formación de nuevas fibras elásticas y así reforzar la estructura de soporte del tejido, o bien infiltrarla con aguja en proyección supraperióstico, para recuperar y reposicionar volúmenes. 
Además de en el rostro, este filler puede aplicarse en zonas del cuerpo propensas al descolgamiento y a la flacidez, como glúteos, abdomen, flancos, muslos y rodillas. 
La inducción de nuevo colágeno se objetiva desde el primer día, gracias a la carboximetilcelulosa, que recubre las microesferas de hidroxiapatita para facilitar su vehiculización. Este material es responsable de la mínima inflamación que sigue al tratamiento y que desaparece de manera espontánea al día siguiente, para dar paso a la formación colágeno y elastina. 
Pasados 6 meses del tratamiento, una vez completado el proceso de neocolagénesis, es cundo la mejora conseguida alcanza su punto álgido. Como todos los inyectables que se emplean en medicina estética, la hidroxiapatita es reabsorbible.
 
 
FILLER HÍBRIDO
AH + CaHA
Otra novedad importante en la corrección del envejecimiento es la aparición de un gel inyectable que combina ácido hialurónico e hidroxiapatita cálcica. Esta fusión  ofrece un doble resultado, que además se aprecia en dos tiempo. Así, tras la infiltración, se aprecia un incremento de la hidratación y redensificación de la piel, que se debe a la acción del al AH. Paralelamente, y de forma gradual, se hace evidente la mejora de la laxitud cutánea,  gracias a la gracias a la estimulación del colágeno que provoca la hidroxiapatita cálcica.
 
 
 
 
ÁCIDO POLILÁCTICO 
remodelado facial y corporal 
El ácido poliláctico, también llamado PLLA, es un poliéster alifático que pertenece a los alfa-polihidroxiácidos y que igual que la hidroxiapatita cálcica induce la formación de nuevo colágeno. Es biocompatible, biodegradable, reabsorbible y no inmunogénico, y en 2009 se aprobó su uso como material de relleno en medicina estética facial. Pero la gran revolución en su uso, llegó hace poco más de un año, cuando se presentó un gel de este material con una concentración de 640mg./15ml. 4 veces mayor que la manejada hasta entonces, y que ofrece muy buenos resultados en remodelado corporal. Unos meses después, ha aparecido una nueva versión, con una concentración diferente, capaz de tensar la piel en zonas tradicionalmente calificadas como difíciles, como la cara interna de brazos y muslos, donde también corrige la celulitis flácida. Este filler de nueva generación también está indicado para rejuvenecer rostro, manos y cuello
Las micropartículas de ácido poliláctico, que estructuran el inyectable, presentan una distribución milimétrica y propician un degradado lento. El filler actúa estimulando la producción de colágeno, a través de la activación del proceso de colagénesis, que culmina pasados 9-10 meses. La formación de nuevas fibras colágenas, así como la proliferación de fibroblastos (fibroplastia), que tiene lugar alrededor de las partículas del relleno, se traduce en un importante tensado del tejido y en una visible mejora de la calidad de la piel. Gracias a sus  propiedades físico-químicas, el material puede inyectarse tanto nivel profundo como superficial. 
 
 
POLINUCLEÓTIDOS  
la última gran novedad
Los polinucleótidos, conocidos también como PDRN, poseen un amplio historial de empleo en diferentes especialidades médicas.Así, se inyectan para regeneerar cartílagos, huesos, córnea, en tratamiento de úlceras venosas y diabéticas, quemaduras, fascitis plantar, injertos...Ahora, entran por la puerta grande en las consultas de dermatología y  medicina estética, y lo hacen a través de un gel inyectable de polinucleótidos obtenidos de  las células germinales del salmón salvaje, ya que por su peso molecular (1.500 Kda.) favorecen la reestructuración, redensificación y rejuvenecimiento de los tejidos.
Estos PDRN se presentan, altamente purificados, en forma de gel elástico, estéril y reabsorbible, que se vehicula en suero fisiológico. Al infiltrarse, inducen un importante estímulo regenerante sobre los fibroblastos, células que sintetizan colágeno y elastina, y sobre los glicosaminoglicanos de la matriz extracelular, entre los que destaca  el ácido hialurónico. En ningún caso asocian un aumento de volumen, por lo que se preserva la naturalidad en todo momento, y en caso de aplicarse en el rostro, no se alteran las facciones ni la naturalidad. 
El gel de polinucleótidos se presenta en dos densidades. Una de 20 mg/ml, que se emplea para corregir arrugas peribucales superficiales, arrugas finas de las mejillas y cicatrices de profundidad media, y una segunda formulación más densa (25 mg/ml), ideal para tratar el escote, las arrugas del collar de Venus, manos fotoenvejecidas, deshidratación y arrugas finas. También es eficaz en abdómenes envejecidos con piel fina, líneas horizontales de las rodillas, cicatrices de profundidad media/alta y estrías.