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CORREGIR EL BRUXISMO Y AFINAR EL ROSTRO CON BÓTOX
El movimiento inconsciente de los músculos que participan en la masticación durante la noche desemboca en lo que se conoce como bruxismo, que provoca desgaste del esmalte dental, puede hacer que alguna pieza acabe moviéndose o se fracture y que las encías se inflamen. Cuando el “rechinar de dientes” es más acusado afecta a la calidad del sueño y ocasiona trastornos en la articulación temporomandibular, lo que a su vez pueden producir dolor de cabeza, oído o cuello, dificultad para masticar e incluso, si es grave, para hablar. Entrando en el plano de lo puramente estético, esta alteración también puede provocar asimetrías faciales y que la mandíbula adquiera una forma cuadrada. Las inyecciones de toxina botulínica son una solución eficaz a todos estos inconvenientes, en todos los grados de bruxismo: leve, moderado o severo. Nos da todos los detalles el especialista en medicina estética, Dr. Leo Cerrud.