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PIEL DE ALTOS VUELOS: QUÉ ES EL JET-LAG CUTÁNEO Y CÓMO PREVENIRLO

Por Nueva Estética
A 35.000 pies de altura, dentro de la cabina de un avión, con altas concentraciones de CO2 y unas condiciones muy particulares de humedad y presión, la piel se enfrenta a una travesía que altera sus constantes vitales. Sin embargo, aterrizar con la mejor cara es posible, sólo hay llevar un kit de “cosmética al rescate” en el equipaje de mano.
 


Paola Gugliotta, directora de la firma de cosmética Sepai nos explica cómo reacciona la piel a medida que se van sumando horas de vuelo y nos da las claves para que la piel se libre del jet-lag.
• Al embarcar, la piel ya está “tocada” por la falta de ventilación natural en los aeropuertos, el aire acondicionado o la calefacción. 
• El cambio de presión altera el film hidrolipídico. A 35.000 pies de altura el tejido cutáneo recibe menos riego sanguíneo y pierde el buen tono.
• El interior del avión se presuriza con aire acondicionado de baja humedad y eso hace descender los niveles de oxígeno en la dermis. Tras 1 hora de vuelo, las reservas de hidratación ya se han reducido en un 5%.
• La alta concentración de anhídrido carbónico del entorno (5 veces superior a la del aire natural) asfixia la epidermis y la apaga. A las 3 horas, la hidratación ya ha disminuido un 20%.
• Los bajos niveles de humedad ambiental, que tras 8 horas de vuelo descienden al 8%, son una dura prueba para la epidermis y las reservas hídricas.
• Al aterrizar, la piel está tirante y grisácea y muestra la agresión provocada por los rayos solares que atraviesan la ventana han provocado una glicación del ADN cutáneo.
 
NECESER DE COSMÉTICA A BORDO 
-Una fórmula que proteja el ADN  celular y bloqueé los UVB, UVA, IR y la luz visible.
-Sérum antiojeras que hidrate y refresque el contorno de los ojos,
-Ultrahidratante de acción 24 h. que calme y desestrese la piel 
-Cosmético antipolución y antirradicales libres, que atrape los metales pesados. Como dato al respecto basta señalar que los materiales que revisten la cabina esparcen hasta 500 elementos volátiles.