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LLEGA LA ERA DE LA COSMECÉUTICA

Por Nueva Estética

La cosmecéutica o cosmética médica constituye una verdadera revelación de belleza. Estas fórmulas magistrales que están a medio camino entre la cosmética y la dermocosmética se desmarcan de los productos tradiciones por su alto poder para “despertar” los procesos en el corazón de la célula y por su incalculable concentración en principios activos. Además, presentan una gran permeabilidad a través del estrato córneo, lo que les permite alcanzar fácilmente su lugar de acción, actuando justo donde se les necesita. INMACULADA CANTERLA, Lda. en Farmacia, dermocosmética, nutrición y medicina antiaging.



La diferencia está en la fórmula

La principal diferencia entre cosmética y cosmecéutica reside básicamente en la formulación del producto. Es importante señalar que los cosmecéuticos no deben incluir ingredientes superfluos y destacan por tener una alta concentración de principios activos realmente eficaces basados en evidencia científica, que enfocan su acción en mejorar la salud y apariencia de la piel de forma directa. Además, éstos deben ser utilizados siempre bajo el asesoramiento y la prescripción de profesionales cualificados que conozcan la fórmula. Para la cosmecéutica cada piel es única y debe tratarse como tal. Cada persona presenta un cutis con unas cualidades diferentes, por ello, antes de elegir un producto es importante llevar a cabo un estudio profundo y personalizado del tipo de piel. La cosmecéutica es una ciencia. Ello obliga a que tanto la formulación como los componentes de un producto cosmecéutico deban estar respaldados por ensayos y resultados repetibles y reproducibles. En cuanto a las texturas, los cosmecéuticos pueden presentarse en diferentes formatos, que van desde las tradicionales cremas, sueros, geles, suspensiones, emulsiones… hasta las propuestas más novedosas como puede ser el plasma frío. La textura elegida dependerá del tipo de activo a incorporar, su uso o el momento de la aplicación. Los cosmecéuticos presentan una alta facilidad de penetración, de manera que sus activos son capaces de traspasar la piel y la bicapa lipídica de las células (cinética de absorción). Ello sólo se consigue utilizando moléculas del tamaño adecuado que son capaces de atravesar dichas barreras. Como alternativa, también se pueden utilizar sustancias vehiculizantes que faciliten dicha penetración. En este sentido, hay que tener en cuenta que aquellas moléculas con un tamaño superior a los 500 dalton (unidades de masa atómica) comienzan a presentar problemas para ser absorbidas por la piel.

Si quieres saber más, puedes leer el artículo publicado en NUEVA ESTÉTICA OCTUBRE 2018.