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LIPOLÁSER: REMODELADO CORPORAL EN MUJERES DE +50

Por Nueva Estética
El lipoláser es una cirugía de remodelado corporal menos invasiva que la liposucción tradicional, y muy eficaz en mujeres que ya han entrado en la menopausia. En este tipo de pacientes, eso sí, es preciso aplicar un procedimiento específico adaptado a cada zona y que exige un dominio total por parte del cirujano.
 


La media de edad que marca la entrada en la menopausia se sitúa en los 51 años, una etapa en la vida de la mujer que es fácil que coincida con un momento de estabilidad, tanto personal, como laboral y económica. Esta realidad la aleja por completo del estereotipo que hace unas décadas se tenia de la “mujer menopaúsica” para situarla en un periodo de plenitud que la lleva a tener más ganas que nunca de sentirse y verse bien. Para cumplir con sus expectativas, sobre todo en lo que a mejora de la imagen corporal se refiere, hay que tener muy en cuenta las alteraciones hormonales y metabólicas que trae consigo la menopausia y que provocan aumento de peso, aparición de grasa localizada, pérdida de firmeza y aceleración del envejecimiento cutáneo. 

 

MENOPAUSIA
Época de cambios
Repasemos las principales alteraciones que se producen en la piel, músculo y tejido graso con la menopausia y que es necesario tener muy presentes para garantizar el mejor resultado en la liposucción asistida con láser.
en la Piel En el tejido cutáneo se concentran numerosos receptores estrogénicos, por eso la piel queda muy vulnerable con el descenso hormonal durante el climaterio y la menopausia. A lo largo de esta etapa, la piel va mostrando cada vez más signos de atrofia, y se vuelve más fina y propensa al descolgamiento. Al mismo tiempo, disminuye la producción sebácea y la transpiración, por lo que se pierden dos poderosos plastificantes del film hidrolipídico. La consecuencia inevitable es la sequedad y la pérdida de elasticidad, que también se ve impulsada por el descenso en la producción de colágeno y elastina. 
en el Músculo El declive de las funciones fisiológicas que se produce de manera natural a causa del envejecimiento provoca, tanto en hombres como en mujeres, la disminución de la masa muscular, pero este deterioro es mucho más acusado en la mujer, por culpa de la supresión estrogénica. Tanto es así, que la cantidad de tejido muscular no contráctil es el doble en una mujer menopáusica, que en una que no ha entrado en este proceso.
Por su parte, la pérdida de masa ósea que desemboca en la osteoporosis, también asocia una pérdida de masa muscular, porque el descenso en la síntesis de vitamina D afecta a la producción de fibras musculares tipo II. Asimismo, el estrés oxidativo, que afecta al ADN mitocondrial, compromete la capacidad de las células musculares para producir energía, lo que no sólo contribuye a este proceso debilitante, sino que acentúa la tendencia a ganar peso.
en el Tejido Graso Los alteraciones que se producen en la silueta durante la menopausia son en gran medida consecuencia del descenso en los niveles de Lipoproteín-lipasa (LPL), una enzima encargada de transformar los triglicéridos en combustible para el músculo. Cuando esto ocurre, se acumula un excedente graso, sin utilizar por la musculatura, que ve mermada su energía, fuerza y funcionalidad contráctil. De esta manera se acaba produciendo una atrofia progresiva en nalgas, glúteos y muslos, mientras el abdomen va aumentando de volumen, a fuerza de acumular grasa y agua intramuscular.
 
LIPOLÁSER
Remodelado con efecto Skin Tightening 
Este panorama de bajón hormonal, ralentización metabólica y acumulación de grasa que reina durante la menopausia obliga a tomar ”medidas extraordinarias” cuando se trata de abordar con éxito la eliminación de acúmulos grasos, porque hay que garantizar, por encima de todo, el reajuste de la piel y que la flacidez y el descolgamiento no jueguen en nuestra contra. Y es entonces cuando entra en escena el lipoláser, una cirugía que se realiza con anestesia local más sedación, dura menos de dos horas, no requiere ingreso hospitalario y en 48-72 h. la paciente puede reincorporarse a la vida normal. No olvidemos que manejar la tecnología láser permite asociar una acción coagulante, durante el procedimiento quirúrgico, lo que reduce el riesgo de sangrado y la posterior aparición de edema y hematomas, por eso la recuperación es tan rápida. 
PROCEDIMIENTO A través de una mínima incisión se introduce una fibra óptica flexible de 1 mm. de grosor, encargada de la conducción intradérmica de la luz láser. La energía provoca un aumento de calor que es absorbido por las células grasas, que van aumentando de tamaño hasta que explota su membrana y son destruidas. El láser empleado combina dos longitudes de onda: 924 nm. la más eficaz para destruir el tejido graso sin afectar a las estructuras adyacentes, y la longitud de onda de 975 nm. responsable de calentar el agua de la dermis y el tejido graso, induciendo una serie de reacciones biológicas que desencadenan la producción de nuevo colágeno y la contracción cutánea.
ACCIÓN REFORZADA Los buenos resultados que el lipoláser asocia en mujeres menopáusicas están directamente relacionado con un procedimiento muy depurado que en IML hemos adaptado a medida de estas pacientes. Lo mejor es que esta técnica propia permite superar con creces el principal reto que plantea el remodelado corporal en esta etapa: reajustar la piel, que ha perdido tono y apoyo muscular, debido a la bajada drástica de los estrógenos. Las pautas que deben seguirse durante la cirugía son las siguientes: 
Marcación y Emisión  Al marcar el área de tratamiento, antes de la intervención es básico sumar 5 cm. adicionales, con la finalidad de extender la emisión del láser fuera de los límites del acúmulo graso. Y es que si bien es cierto que con el láser se consigue un acabado cutáneo más homogéneo que con las cánulas que se emplean en una liposucción convencional, al tratar pacientes menopáusicas hay que ir un poco más allá para conseguir una retracción cutánea proporcional a la extensión tratada y un ajuste óptimo del tejido flácido. 
Incisiones Dado que las zonas de tratamiento suelen ser amplias, se buscará que los orificios de entrada de la fibra que conduce el láser queden ocultos en pliegues naturales, como el surco submamario y la región inguinal. En la espalda, donde dichos pliegues no existen, se recomienda lubricar abundantemente los abordajes, para evitar el roce del instrumental y que la cicatrización sea buena.
Aplicación En este procedimiento el láser es conducido a través de una finísima varita flexible, lo que facilita mucho el trabajo quirúrgico; aún así es importante orientarla según la zona y el efecto que se quiera subrayar. 
 
ÁREAS de Tratamiento
Brazos Aquí la piel es de por sí más fina y menos elástica que en otras zonas, por lo que a duras penas soporta el peso del acúmulo graso. El lipoláser está recomendado en casos de envejecimiento entre incipiente y medio. Más allá se deberá prescribir una braquioplastia o lifting braquial. Los brazos deben marcarse abarcando toda la parte posterior, desde el codo hasta la axila
incluyendo el tejido graso en la zona alta de la espalda.
Abdomen En esta zona, al aumento de volumen que trae la menopausia hay que sumar el deterioro de la musculatura y el excedente cutáneo por culpa de los embarazos. La liposucción láser en el abdomen requiere una marcación amplia, que vaya desde el surco submamario hasta el borde superior del pubis. El lipoláser corrige el tejido graso sobrante en su totalidad, pero no la estructura muscular con diástasis marcada, ni el exceso de piel que supera los 12-20 cm., ya que si bien mejora la retracción no alcanza la corrección de una abdominoplastia. La laserlipólisis tampoco se recomienda en caso de cirugías abdominales previas o cuando se presente un IMC superior al 30%.
Flancos Esta zona no se ve afectada por la flacidez, pero sí que pierde 
la curvatura característica de la juventud. Al abordar el lipoláser en esta área dorsal hay que tener la precaución de extender la marcación en dirección ascendente, hasta la parte alta de la cintura. 
Rollitos del Sujetador El aumento de grasa troncal que conlleva la menopausia no siempre se asocia al incremento de peso. En ocasiones nos encontramos con mujeres que a pesar de mantener su normopeso presentan un acúmulo graso en la zona alta de la cintura, a la altura de la espalda, y que se pronuncia debido a la flacidez y a la presión elástica del sujetador. Ésta es una grasa empaquetada entre pliegues cutáneos muy evidentes que requiere eliminar el volumen y la memoria de los surcos horizontales, mediante un lipoláser en sentido vertical. La marcación para esta zona debe incluir el apoyo del sostén y el arranque de la cintura. 
Muslos y Glúteos La redistribución de la grasa, el aumento de la flacidez y la pérdida de tono muscular, explican la ptosis marcada y el aspecto cutáneo alterado, que caracteriza la evolución de los glúteos tras la menopausia. Estas manifestaciones son comunes a la cara interna de los muslos, donde además la piel es muy fina. El lipoláser permite mejorar drásticamente estas alteraciones, eliminado la grasa localizada y recuperando la regularidad cutánea. Para alcanzar una corrección completa en ambas áreas, resulta conveniente acompañar la cirugía de una lipotransferencia, infiltración de grasa autóloga. 
 
Dr. JAVIER MORENO MORAGA
Director General de IML (Instituto Médco Láser)