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EL ABC DE LOS ÁCIDOS EN COSMÉTICA

Por Nueva Estética

Laura Granados, farmacéutica y responsable de bienestar de Spirit SkinBar, nos propone un ABC de los ácidos cosméticos más relevantes.


ÁCIDO HIALURÓNICO Es mejor utilizarlo  especialmente por las mañanas, para mantener la piel hidratada todo el día. Se trata de una molécula muy grande y dependiendo del tamaño en que esté fragmentado penetrará a capas más o menos profundas. Además rellena y alisa las pequeñas arruguitas debidas a la deshidratación.

 

RETINOIDES Son muy eficaces para eliminar manchas, marcas de acné y frenar el proceso de antienvejecimiento cutáneo. No todos los retinoides son iguales. El ácido retinoico (tretinoína, isotretinoína) es el más eficaz pero también el más irritante y requiere una prescripción médica. Sólo se usará de noche, comenzando poco a poco según la pauta del dermatólogo, su aplicación debe irse incrementando progresivamente. El retinol es un precursor del ácido retinóico, por tanto algo menos potente, pero también menos irritante y de nuevo, en función de la concentración y el pH será más o menos eficaz. Siempre debe aplicarse de manera progresiva, 1 o 2 veces por semana por la noche y posteriormente se irá aumentando la frecuencia paulatinamente. El Retinaldehído se forma por oxidación del retinol y ofrece una mejor tolerancia. Por eso, puede utilizarse también por el día y el riesgo de enrojecimiento o descamación es mucho menor. El Palmitato de retinol o Retinil Palmitato es una forma de almacenar el retinol más estable pero también es la forma más débil. Por lo tanto, el retinil palmitato es el menos efectivo de todos pero tiene la ventaja de que no suele provocar irritación.

 

HIDROXIÁCIDOS Actúan como exfoliantes, mejoran el tono y textura de la piel.  Su eficacia renovadora activa la síntesis de nuevas células y, por tanto, suavizan también las líneas de expresión. Hay dos tipos, los BHAs, que se utilizan habitualmente en el tratamiento del acné como el ácido salicílico; o los  AHAs, como el ácido glicólico. En este caso, según la concentración puede usarse como exfoliante suave (menos del 4%) hasta una renovación intensa en un peeling medicoestético por ejemplo despigmentante, para marcas de acné o antienvejecimiento. Hay que prestar especial atención también a la formulación, ya que la eficacia no depende sólo de la concentración sino también del pH final y por tanto del valor de ácido libre que es la concentración realmente activa. En el mercado existen muchos limpiadores y tónicos que incluyen hidroxiácidos a menores concentraciones pero que si no se usan de forma adecuada pueden sensibilizar. Actúan aumentando la velocidad de descamación mejorando la textura de la piel. Existen formulaciones que incorporan complejos calmantes y en cualquier caso, es importante hidratar y aportar confort a la piel tras su uso. Si se abusa de este tipo de principios activos se puede acabar irritando la piel, de ahí que el protocolo a seguir deba adaptado a cada persona.

 

ANTIOXIDANTES Entre esta categoría destacan el ácido ascórbico (vitamina C) y ácido ferúlico. La vitamina C se recomienda por su efecto de luminosidad inmediata y como defensa antioxidante frente a los radicales libres. Es fundamental que la forma, concentración y pH sean adecuados para que verdaderamente sea efectiva. No sólo no provoca manchas, sino que previene frente al daño solar. Es esencial mantener una correcta limpieza diaria de la piel y exfoliar de forma periódica. Permite conseguir un extra de luminosidad y actúa sobre la formación de colágeno aumentando la firmeza y disminuyendo la formación de arrugas. El ácido ferúlico actúa reforzando la barrera natural de la piel, así como creando barreras adicionales frente a la acción dañina del sol. Incentiva la producción de colágeno y elastina; esto, combinado con su función antioxidante, consigue que la piel tenga un aspecto mucho más suave y terso.